Zoraida Rosado

**Esperanza**

**Esperanza**  

En la bruma del alba, surge un suspiro,  
un rayo de luz que acaricia la piel,  
sonrisas que brotan en medio del giro,  
un canto sereno que invita a renacer.

 

Aunque la tormenta pueda ser fuerte,  
y las sombras jueguen en nuestra razón,  
en el fondo del alma, firme y latente,  
la esperanza florece, nace el corazón.

 

Es un río de sueños que nunca se agota,  
un fulgor que persistente sigue su andar,  
como flores que brotan en tierra remota,  
como el viento que canta, no deja de amar.  

 

Cuando la noche se viste de luto,  
y el frío del mundo amenaza el vivir,  
la esperanza nos abraza, es un refugio,  
un faro que alumbra, nos vuelve a unir.  

 

No hay camino más largo que el que no se anda,  
no hay meta lejana si el alma es fiel,  
la esperanza es el canto que nunca se manda,  
es el eco divino que siempre es un “sí”.  

 

Así, entre sombras y luces fugaces,  
construimos un puente, abrazamos el ser,  
en cada latido, en mil ciclos y fases,  
la esperanza es la vida que viene a renacer.