Jorge Izquierdo

TUS OJOS

TUS OJOS

 

Son tus ojos almendrados

almendras garrapiñadas;

dulce miel en la mirada,

siempre atenta, nunca esquiva.

Una mirada sincera

que transparenta su fondo

como río de agua clara.

 

Son del color del otoño,

del castaño de los sueños;

de tus sueños son pantalla

que refleja tus anhelos.

Se adivina el contenido

de una vida de experiencias,

tantas buenas como malas;

lo que tus ojos han visto

quedó grabado en el alma.

 

Ese alma que me atrapa

que me atrae, que me seduce

que me arrastra a sus entrañas.

No quiero saber tu misterio,

quiero ser parte del mismo,

quiero estar en tus recuerdos

en un lugar destacado.

Quiero ser parte de tí

Lo confieso: 

a veces quisiera ser tú.

 

Veo un tus ojos dos soles

que iluminan las estancias.

Dos estrellas ubicadas

al centro de sus galaxias

elípticas, cercanas.

Como por arte de magia

la energía que provocas

se recoge en tu sonrisa,

-Concavidad positiva

que impulsa el gesto hacia arriba-

Así es como mi alma se anima. 

 

Ojalá siempre pudiera

observar así tus ojos

pero siempre la moneda 

oculta una cruz tras su cara.

cuando menos te lo esperas 

sobreviene la tristeza.

 

Nada me conmueve tanto

como  apreciar que se empañan

tus ventanas cristalinas

ver cómo brota una lágrima

de esos mis ojos sagrados,

que tu alma atormentada

acaba por desbordarse

más allá de las pestañas.

Baja ahora el río turbio

por las cuencas anegadas.

 

Gota de lluvia salada

absurda y reseca humedad 

que rueda por tu mejilla,

que se desliza a la nada,

que se pierde en el abismo

del dolor más acusado.

Tu sonrisa se diluye

la curva empuja hacia abajo.

 

Arcoiris de emociones

agua y luz que se suceden

en el escaparate del alma.

Dos verdades absolutas 

en concéntrico infinito

surgen de lo más profundo

de tus pupilas abiertas.

 

Sirva esto como un guiño

-pestañeo de alabanzas-

que provoque las palabras 

para mostrar cuánto admiro

tu enigmática mirada.

 

Tus ojos lo encierran todo, 

tus ojos son insondables;

nada me apetece más

que asomarme a su secreto

y apreciar intimidades.

 

Yo quiero ser tu reflejo

quiero brillar en tus ojos

¡Quiero ser tu compañero!

Como bien dijo el rockero

del corazón oxidado:

Lo más lejos… a tu lado.

 

           LUJITAR  (1-9-23)