Rosario_Bersabe

Contrapunto (hablando de cocina)

De tus artes culinarias

no me das información,

¡dímelo… de corazón!

¿Son por suerte hereditarias?

¿O quizas imaginarias?

¡Porque no invitas jamás!

Un día me contarás

cómo vas con el puchero,

mas, si guisa el cocinero,

nunca lo conseguirás.

 

Rosario

 

Ya cocino algo mejor

aunque tengo que admitir

que \"pa mí\" es un sinvivir

pensar en el comedor,

y aunque le pongo mi amor,

ganas, arte y alegría,

yo te digo, madre mía,

que a ti nadie te supera

que eres siempre la primera

en cocina y poesía.

 

Bego

 

Me alcanzaste en poesía

pero en cocina no creo

verdad es que no te veo

con delantal, hija mía.

Es más, yo te pediría

que me invites a almorzar,

y así, yo podré juzgar

tu destreza culinaria

y ver si es hereditaria

tu forma de cocinar.

 

Rosario

 

Qué difícil me lo pones

recuerda, no soy poeta,

ni sé hacer una galleta

ni cocinar los salmones,

pero yo tengo otros dones

que practico cada día,

sé bailar por bulerías,

por tarantos, y fandangos,

por caracoles y tangos,

por farruca y alegrías.

 

Bego

 

 No sé bailar, lo confieso

no me fue dado ese don

mas tengo mi corazón

en tu danza siempre preso.

Con tu baile me embeleso

pero pasé de 70,

y he podido darme cuenta

que aunque la danza es divina

yo prefiero mi cocina

que la danza no alimenta.

 

Rosario

 

Debo decirte, mamá,

que la danza sí alimenta

y hasta la sangre calienta

y eso nunca cambiará.

El baile siempre será

el que me dé la energía,

y me inyecte cada día

el coraje de soñar

y la dicha de gozar

de tu bella poesía.

 

Bego

 

 ¿Te visitaron los duendes?

mi enhorabuena sincera

tu pluma ya me supera

veo que rápido aprendes.

Eres buena en lo que emprendes

y en versar ya eres la dueña.

Acallas mi voz sureña

y en contestar me demoro

porque tu pico de oro

me está dejando pequeña.

 

Rosario