alegui

ESCRIBO

 

Escribo a la heroica pasión de remar en despoblado

cuando la mente se debate en su guerrilla.

 

Escribo al que suele elegir

 el banquillo de acusados

desperdiciando una estela de presencia vital

entrampado en el eco de la culpa y de la queja.

 

Escribo para las circunstancias

de las gentes minuciosas laborales

que cultivan la alegría del lugar común

 situando el ojo donde no alcanzan las balas.

 

Escribo porque en la mesa del domingo

 se ofrece la esperanza y la sabiduría de lo simple

y el placer de quererse en los gestos

 contemplando manos bellas.

 

Escribo, aunque la espuma del diluvio

 ahogue la presencia

y luzca su corona de arrogancia

y perfore la musculatura de lo cierto

 y deje rastros de martirio sobre huellas.

 

Escribo sobre la hidalguía de poner de pie la dignidad

por encima de los corvos que te hirieran.

Desde las propias cicatrices

florecen siempre las virtudes y sus medallas

que cuelgan en el cielo de toda patria

y en el verbo del recuerdo y sus estrellas.