Raul Gonzaga

Calaverita de amor

La Catrina se prepara
como una gran comilona,
muy elegante se asoma
a ese campo de las ánimas;

cuántos delfines, ballenas,
cuántas tortugas y focas,
cuántos bancos que flotan
sobre esas aguas que queman;

al emperador jaguar
con todos sus animales,
ya nada puede ayudarles:
ha llegado su final;

a los respetables árboles,
viejos pantanos y arbustos,
se les quitaron sus frutos
con conflictos naturales;

adiós a ese paraíso,
azul mar, fecunda tierra,
ahora es región desierta:
su final estaba escrito;

y la Catrina orgullosa
con su daga infernal,
dispuesta siempre a acabar
de repente, quedó sorda;

llegó el bello colibrí,
a cambiar nefastos planes,
con inmensas huestes de ángeles
para todo revivir;

La Catrina fue vencida,
el amor venció a la muerte,
el desastre se convierte
en renovada armonía...