¡¡ALGO TUYO Y ALGO MIO!!
Jamás podré olvidar nuestra primera cita,
aquel instante mágico y eterno.
Y es que las cosas que suceden por primera vez
pretenden ese rango inmutable de lo definitivo.
Porque el olvido es territorio ruin de una memoria fósil
es por lo que te traigo hoy a este poema.
¿Te acuerdas, vida mía?
Cómo no voy a recordarlo si se expresó
el cielo atormentado, con sus rayos estridentes
convirtiendo a la tarde en dulce flor
mojada por la lluvia escondida bajo
la fresca sombra de un árbol.
Yo me aferre a los recuerdos como lo hace
la flor que alivia su dolor con el sol del medio día.
Fue mágico encontrarte, para amarte dulcemente.
¡¡Pero como muere la tarde así muere, así muere el amor.!!