Dios mío, padre santo
aquí dejo descansar los restos
de un amor que no fue correspondido,
un amor que permitiste nacer
y sin nada a favor, logró crecer.
Si así fue tu voluntad
yo con ella no me pienso pelear,
por alguna razón lo mandaste a mí
y por alguna otra tuvo que morir.
Tal vez para despertarme el alma,
tal vez para cobrarme un karma,
solo tú sabes Dios mío tus razones,
yo no te pido explicaciones.
¿Qué más puedo hacer?
Sabía que tenía que perder
al hombre que tanto amé,
porque él no me ama a mí
y lo contrario no puede fingir.
Aquí yacen los restos de un difunto amor,
los cientos de besos que con pasión
a tu cuerpo le brindaron calor
sin importar que el precio a pagar
sería verte marchar
dejándome un hueco en el pecho,
con el corazón deshecho
y el cuerpo cubierto de hielo.
Aquí descansan mis sentimientos,
los dejo morir tranquilos,
estos que fueron tan sinceros
no serán más que un silencio
dentro de mi pecho vacío.