A veces el destino nos juega malas pasadas,
tiene esa baraja entre sus garras
y a su antojo las hace barajar, y si sale lo malo,
pues no queda otro remedio que aguantar.
Llegaron las lluvias tan necesarias, pero malas,
no alertaron del peligro tan grave
y DANA desbocó el río Turia, y fue la tragedia río abajo,
arrastrando vidas, coches y todo a su paso.
A veces el DESTINO es maligno y deja un rastro fatídico.
Pido una oración para todas esas personas que ya no tienen nada,
y que han de empezar de cero, los que con vida quedan,
pues muchas familias han muerto ahogadas,
las imágenes te dejaban la piel del alma erizada,
repito a veces el destino es demasiado cruel con los humanos,
y las gestiones de los humanos, también funcionan fatal.
¿Se podía haber evitado ese trágico final? Piensan muchos que si.
La foto lo dice todo, de verdad es un juego macabro a veces vivir.
En paz descansen los centenares de fallecidos, ánimo a los que se creen vencidos.