Mariposa amatista
reluciente mañana
dale alivio a mis días
prestándome tu calma
para hacer poesía
prendido de tus alas
regando serranías
y bosques con tu magia.
Dame aquella alegría
cuando anoche soñaba
que en tu vuelo podía
traspasar las murallas.
Mariposa amatista
anoche te soñé
mostrándome la vida
cual brillante vergel
con agua cristalina
y flores por doquier
mientras se nos tejía
un nuevo amanecer.
Quedó atrás la agonía:
crisálida de ayer
la que arrastraba heridas
sangrantes en su piel,
ahora tú me inspiras
reluciente y con fe.
¡Mariposa amatista
anoche te soñé,
y al despertar tenía
la escarcha de tu ser!
W.M©