Zodíaco negro.
¿Por qué?...¿por qué las arañas no tendrán constelación?
sí en el calendario macabro es mi signo
me lo dijo un brujo un día que parecía noche,
me lo dijo su presagio de ron con tabaco
un día cinco de Enero.
Morboso disfruto el desastre y el ruido
morboso disfruto del dolor y los gritos
desde que se me reventó el higado
sólo azufre escupo y como vidrio.
En mis noches más azules ultraviolentas
me aferro de las telarañas de fino cristal metanfetamina con mis ocho manos desolladas...
Encorvado camino y voy siempre asustado, paranoico y agitado porque se me perdió el alma.
El veneno de a poco me resquebraja la quijada
pero no puedo evitar seguir golpeando a la vida con la cara.
Es el inútil y último vestigio, el efecto de Lucifer...
no sólo nos heredó el conocimiento,
también el miedo, el placer y ser tan humano
y estar tan lleno de carne y de sangre
y enfermos de locura y de tiempo.
Un agujero negro esta desde siempre aplastando todo antes de comerselo...
por eso de titanes, de dioses y las constelaciones, la muerte no es el destino...
es la gravedad, el blanco y pesado leteo...el verdadero final del ciclo.
Mientras caigo, son martillos desenfrenados, perpetuamente chocando, soliloquio de desquiciante sonido.
Mientras caigo veo también más rostros que ya desfigurados la cara de desesperación poco a poco nos vamos mascando...
El final es cíclico, es sólo un viaje de vuelta al inicio...
pues eres tú, efímero desorden, todo terror en la cabeza de Dios.
Aquí en el último momento y desde la constelación de la viuda negra es que escribo,
las finales líneas desarticuladas de este poema moribundo.