Con un fulgor indescriptible,
me embeleso en tu mirada
De hermosura incomprensible
Y de pasión acelerada.
Reflejo de un otoño de enero,
Lleno de tonalidades del ocaso
Raudo, apasionado, vivaz y lisonjero
De aquellos en el universo escasos.
Me pierdo en la lejanía de sus mares
e ilusionado, si, me acongoja
Embriagado de esos ojos peculiares
Pues ellos mismos son mas que paradoja.
Sosegado en desvaríos me siento
Por aquellos ojos clandestinos
Que no entienden mis sentimientos
Seguro estoy de que a mi los envio el destino.
Ya en desdenes de la aurora,
al desmembrar algunos versos
Esos ojos que el poeta adora
Y los compara con el universo.
Son una noche de este octubre
Adornados con la luna y ese bello tono pardo
Son esos ojos que la noche redescubre
Y al alma de este poeta hace sentir gallardo,
Son esos ojos hermosos, cual de la flor su retoño...
Matizados a luna llena con los colores de este otoño.