Por dónde empiezo... ¿quién ha de hablar primero... Marco, Gorret, Josué, Alejandro...? Bueno, da igual...
Marco: Solo escribo lo que me sale de mis pesadillas; mi sentir es fuego en pluma, tinta invisible en odas de exhausta imaginación...
Gorret: Yo no soy como él... Él es un simple poeta triste y solitario, sin comprensión ni amor... Desgraciadamente, soy un demonio que conoció el amor sin amar, el querer sin desear... Estoy encadenado a hebras de acero que hieren mi pecho... como el amargo ardor que me dejó mi amada... Se fue hace mucho, ya no la volví a ver... ¡Cuánto quisiera liberarme... para poder visitar el jardín donde mi rosa negra azulada habita! Te extraño, primor...
Alejandro: Yo solo soy un rockero compulsivo e impulsivo... Dispuesto a matar los versos más poéticos y cursis que encuentre; me da igual todo, vivo por vivir en mi dulce infierno. No me consume, pero tampoco me deja... Siempre me atrapa y me somete al fuego eterno...
Josué: Bueno, yo... yo... no soy nadie... Solo soy un soñador más de la vida, que busca en reinos del cielo esa paz que anhelo... Busco amor en seres que jamás existirán... Pero al menos me acompañan en mi dolor, vaya que confuso... Anhelo llegar a las estrellas, pero ni siquiera puedo tocar la luna... En fin, vivo en una dulce ficción, amarga mentira que aviva mis \"ganas de vivir\"... Somos el complemento de alguien más, mutuo sufrir, eterna cadena...