pasaba

Cuerno de cabra.

Te quiero en la verticalidad del mundo,

Que de tanta rigidez se ha vuelto

inmundo.

En los espacios de lo absurdo,

En lo dulce y en lo amargo

En el espíritu del chocolate.

Te necesito en la ruptura del tiempo.

En la memoria de las tumbas sin color,

En todo lo que olvidamos por nuestro

confort.

En aquellos que por querer reír hay que

enterrar.

En aquellos que su palabra recibe el

verbo amordazar.

En las flores que se arrancan para hacer

coronas de honor,

No te quiero, no te busco y no te oigo,

en las vitrinas que explotan bajo la

violencia y el terror, en los coches ariete

asesinos de inocentes,  no te quiero en

el maltrato hacías las mujeres, ni en los

que se venden día a día.

no te quiero en la violencia gratuita, ni

en la mirada que califica.

no te quiero en el odio ciego,  ni en la

venganza crónica. 

Te escucho  y no  te creas que solo

pienso en elefantes rosa , yo te escucho

en el mutismo bruto de lo no dicho.

en la gente que huye desafiando todo

temor, dolor, horror. 

En la voz de todos mis muertos.

En las barreras que se rompen cediendo

paso al amor.

no te quiero en el  temblor de un mundo

inseguro. 

En los niños que mueren conjugando el

verbo flotar, en las pateras de

miseria, poblando  el mediterráneo.

En las heridas y en las cuencas vacías.

Te encuentro en una sonrisa,

en un momento de brisa, en  la flor que

nace y crece  a pesar del terror.

 te encuentro  en las huellas que dejan

los valientes que por vivir hoy son listas

ausentes.

Te encuentro en el sonido del cuerno de

cabra al vibrar. 

Patricia SABAG, Z. CH