La Palma ruge en erupción, rabiosa
lengua de fuego baja abriendo brecha
devorando a su paso la cosecha
con lentitud temible y peligrosa.
Cual serpiente venenosa se desliza,
río de lava roja, incandescente,
sembrando sufrimiento entre la gente
aniquila con lluvia de ceniza.
Buscando el agua, el mar y las arenas
desciende la colada, y con un manto
de fuego, acalla el piar de los jilgueros.
Cayó el campanario, y con espanto
penetró el desconsuelo por las venas
hiriendo el corazón de los palmeros.
Septiembre 2021