Salvador Galindo

Cautiverio

Cierto en su ambigüedad

La llave de lo que está caído

Llora con el rocío atomizado

Fluye en la banca, entre techos

Ahíto de insolencia e intemperie.

 

La bóveda se doblega sobre sí misma

La voz del sótano asciende

Un secreto enclaustrado

Mira por la entrepuerta, sin pasar

No encontrarás nada que abra

Lo que permanece en ti hermético

Carente de sustancia

Carente de sangre.

 

No habrá salida para el que añore

la verdad, sin haber franqueado el ocaso

de todas las cosas perecederas

de todos los seres y sus barrotes

animales retóricos, sedientos de signo.