Poesía es el nombre que nos dio el viento
la forma en que el océano cuenta hasta el borde
la manera en que la luna nos saca de su reflejo
y nos vuelve a colocar en el agua.
Poesía es el rugido de una ola que regresa
el murmullo de la costa midiendo el tiempo
como si estuviera tejiendo nuestras sombras
y nos transformara en espuma por un instante.
Poesía es el pulso en la raíz de los árboles
una promesa de tierra que se extiende
la paciencia infinita de las montañas
como si en sus rocas guardaran respuestas.
Es el eco de todo lo que somos
una llamada y su respuesta, una danza cíclica
que va y vuelve, regresando siempre
al centro donde empieza el fuego.
Poesía es el vértice, el canto
el círculo abierto y completo
la danza que se sostiene en el aire
y nos llama por nuestro nombre primero.