Se escuchaba a lo lejos,
el tintineo de las campanas,
era tarde de domingo,
en pleno verano,
la tranquilidad del hogar,
se veía perturbada;
a lo lejos se escuchaban,
talan talán,
pero no ya era de campanas,
era el un heladero,
con su típico cuerno,
qué al hacerlo sonar,
la campana simulaba,
así llamaba la atención,
para anunciar su pasada;
hijos y padres se alborotaban,
los niños salían a perseguirlo,
y los padres se escandalizaban,
era necesario encontrar,
el dinero que buscaban;
el heladero,
por no perder el tiempo,
poco a poco se alejaba;
no compraron nada,
porque el dinero no les alcanzaba;
a lo lejos se escuchaba,
las campanas,
de un heladero,
que con su cuerno emulaba.