Se acerca ya mi partida, ya la tierra me reclama,
Hijos míos, vengan conmigo, tenemos que platicar
Quiero dejarles a ustedes la poca o mucha experiencia
Que con el paso del tiempo, atesoré en mi existencia.
Cuidé siempre de mi vida, sin meterme en las ajenas,
Eso me trajo alegrías y muchas noches serenas,
Deseché de mi cabeza la idea de un dios justiciero,
Recio y castigador, a cambio puse en mi alma…
A un Dios que es puro amor, y sin interés, me ama.
Respeté, de las personas, siempre, su forma de ser
Para poder exigir, a su vez, también, respeto,
A mi gente, a mi persona y a lo que pude poseer.
Cometí aciertos y errores, como todos los humanos,
Con mis padres, mis amigos, mis parejas, mis hermanos.
Por errores cometidos, que ofendieron sin querer,
Disculpas ofrezco a quienes se sintieron ofendidos,
Por mis palabras o hechos, o por mi forma de ser.