Caminé por los cielos
buscando el eco de tu mirada.
Con mis pisadas
desaté la lluvia,
y la tierra se abrió
para exhalar rosas,
amapolas y claveles.
Le brotaron girasoles,
y me dio las gracias.
Le pregunté si te había visto;
me dijo que habías partido
de este mundo
y de mi lado.
Lloré en silencio
y seguí mi camino,
en el cielo,
buscando tu rumor.
Tomé un puñado de estrellas
para ofrecerle a la luna,
y le pedí,
\"Dile que la amo\".
Le pagué con ellas,
y me quedé solo,
mirando su brillo
perderse en la distancia.