Fuego de corazón, te imploro,
Que a mis anhelos no los hagas arder.
Más sí a mis miedos,
No conviertas mi vida de ensueño
En cenizas que con el tiempo
Se las llevara el viento.
Se que un gran poder posees,
Es por eso que
A mis inseguridades, penas y tristeza
Las escribo y luego las quemo
Para que, con esas grandes llamas,
Las mates y lleves lejos.
Y ya no estar más así,
Y al fin poder vivir feliz
No me iré sin antes despedirme de ti
Y agradecerte todo lo que haces por mi.