¡Querida oscuridad!, ¡querida noche!
Aquella que me embriaga de recuerdos
Haciendo que me sea imposible dormir.
Cuántos desvelos oyendo el silencio perturbador,
Cuantas noches testigo de éste insomnio aterrador.
Bellos y tristes recuerdos se apoderan de mi,
Desde aquel amor que no pudo ser,
Hasta mi niñez cuando no sabía que era feliz.
¡Oh! querida noche mía,
Te soy fiel desde el primer insomnio de recuerdos,
Hasta el día que me toque morir.