Tras cada boca ausente y existente
Vas plena de metafísica floreada
Princesa de nadie
Órbita de fruto y chatarra
No puedes sino corromper
Los nobles abismos
Que abro en tu nombre
Donde caen las cabezas que cortamos
Entre cada sonrisa crepuscular
Gemidos recortados por un alba
Que solo tu mente pintaba
Demasiado explosiva para creerlo
Estos ojos que exprimes
Para destilar la belleza
Que apocalíptica se empapa
De tus ayunos y cornucopias
Abrupta en mi círculo orgánico
Eras como electrones
Azul ahora no haces sino mutilar
Mis formas, procurando ser la piel
Sobre la que tatuarás tu histeria épica
Tu hastío de no ser demasiado ligera
Para extraviarte en las estrellas de tu cielo sin fondo y sin noche
¡Ah! Y deja que llueva el sudor de nuestros jamases
La pirotecnia que disfrutas en mi ausencia y entre las masas
Mero jardín sin gravedad
En vitrina como arcoíris apócrifo
La agridulzura floreciendo en tu garganta
La vida que se extingue con cada saliva,
Cada sonido, cada pretexto
Te besaré para tragarlos
Y volvernos polvo para rodar como las cabezas que fuimos
Mientras me robo y cultivo celosamente lo único profundo de ti: la sonrisa
Medida del crepúsculo y mis cavernas seculares.