Salvador Galindo

Tras cada boca

Tras cada boca ausente y existente

Vas plena de metafísica floreada

Princesa de nadie

Órbita de fruto y chatarra

No puedes sino corromper

Los nobles abismos

Que abro en tu nombre

Donde caen las cabezas que cortamos

Entre cada sonrisa crepuscular

Gemidos recortados por un alba

Que solo tu mente pintaba

Demasiado explosiva para creerlo

Estos ojos que exprimes

Para destilar la belleza

Que apocalíptica se empapa

De tus ayunos y cornucopias

Abrupta en mi círculo orgánico

Eras como electrones

Azul ahora no haces sino mutilar

Mis formas, procurando ser la piel

Sobre la que tatuarás tu histeria épica

Tu hastío de no ser demasiado ligera

Para extraviarte en las estrellas de tu cielo sin fondo y sin noche

¡Ah! Y deja que llueva el sudor de nuestros jamases

La pirotecnia que disfrutas en mi ausencia y entre las masas

Mero jardín sin gravedad

En vitrina como arcoíris apócrifo

La agridulzura floreciendo en tu garganta

La vida que se extingue con cada saliva,

Cada sonido, cada pretexto

Te besaré para tragarlos

Y volvernos polvo para rodar como las cabezas que fuimos

Mientras me robo y cultivo celosamente lo único profundo de ti: la sonrisa

Medida del crepúsculo y mis cavernas seculares.