Te perdono por hacerme daño. Te perdono por hacerme llorar. Te perdono por dejar mi vida llena de curiosidad; haciéndome preguntas como ¿por qué? Te perdono por dejarme herido y solo. Te perdono por pretender tener razón, cuando ambos sabíamos que estabas equivocada. Te perdono por no estar ahí para recoger mis lágrimas cuando lloraba. Te perdono por no creer en mí aunque lo intenté. Te perdono por no entenderme; dejándome devastado y estresado. Te perdono por no escucharme cuando sabía que era lo mejor. Te perdono por no abrir los ojos cuando debías ver, pero honestamente te agradezco por ayudarme a encontrarme. Fuiste la última ficha que faltaba para darme cuenta de lo que es la vida en realidad.