Sin embargo, algo que te define es frágil,
esquivo, como querer atrapar al viento.
Por más que las palabras rocen,
es arduo delinearte sin eludir
el vasto mundo que llevas dentro.
No intento definir a nadie,
me limito a observar, a ensamblar
los destellos de una relación incompleta.
Dices que tengo dificultad para ver el mundo
en tus palabras; y, sin embargo,
entiendo la vida en las mías.
Tú, tan intrincada, tan enigmática,
una mezcla inabarcable de astucia y juego,
de inteligencia salvaje y mirada pícara.
No sabes cuánto admiro tu modo
tan sencillo de pronunciar juicios,
con esa primera palabra breve, cortante,
como si tu voz supiera siempre el final.