A veces me invade esta tristeza
Que me envenena por dentro.
Y mis ojos ciegos ya a la belleza
Son la señal de que he muerto.
Que tristeza más idiota la mía.
¿Acaso en la nada hay sentido?
¡Que gran alivio al saber, que alegría!
Gracias a la Luna he renacido.
Que hermosa está noche, ¡la veo ya!
Quiero llorar, y se siente bien querer;
No lloro de pesar, si no, de felicidad
Porque que dicha es la mia, al poder.
Gracias madre, padre y a todos
Por traerme, y darme la oportunidad.
Gracias de nuevo, por sacarme a pasear
Por este mundo, aunque sea un poco.