Basta con decir de pronto las palabras
que envejecerán al mismo instante,
sin importar los sentimientos del alma
que morirán como el sol de esta tarde.
Basta con detenerse en una mirada
que ocultan al deseo más irrefrenable,
sin importar que el amor se vaya
desnudo y desprovisto de equipaje.
Basta con tener a una sombra callada
para que camine entre las oscuridades,
sin importar si dentro no tenemos nada
si todo termina siendo siempre de nadie.
Basta con estar dentro de una esperanza
para darle la luz al ser en este viaje,
sin importar que lo que vino se vaya
si estar vivo es cuando de uno algo nace.