Vi quebrarse la mañana
por un astro, casi inerte
vi, que llegando a su muerte
de nuevo, resucitaba
vi las nubes angustiadas
por dejar la tierra a oscuras,
y vi, que estando en penumbra
la tierra se iluminaba,
vi al sol meter sus brazos
y al momento... no vi nada.
No vi nada pues mis ojos
se apagaron de repente,
fue su luz tan pura y blanca
el motivo de que fuese
la muerte que se anunciaba,
y la noche fue muriendo
entre las luces quebradas,
y el día, nació riendo
mientras ella agonizaba,
y se iba consumiendo.
Y se iba consumiendo
a las ordenes del astro
el día, se abría paso
y las nubes lo dejaron,
el sol que manda en los cielos
es quien ordena y da muerte
a la noche, en la mañana
porque el sol nunca se para,
aunque parezca estar inerte
la noche, pierde su causa.