El llamado del folklore me hipnotiza...
Cuerdas y vientos milenarios danzan a un ritmo eufórico discordante
Con arreglos y percusión primitiva
Recibo en mis venas el ardiente carmesí de la invocación
Dopaje fucsia que difumina mis espectros.
Sabes que a donde suenes, yo estaré
Sos todo aquello superior a la gloria;
Dios pagano de la eterna sinfonía
Reside indeleble en mi pulso y mi cantar
Victoria legendaria y absoluta
Conmigo por siempre estarás.