Así iré,
así vendrás,
te querré,
pero no querrás,
acepto mi derrota ante un gran amor que has tenido arraigado en tu pecho.
Arrancaré de mi corazón el amor y el dolor,
fingiré que te me esfumaste de mi alma,
le diré a mi mente que no existe tal sentimiento,
seré mi más fuerte barrera ante tu mirada,
porque no me pertenecen,
son imaginaciones;
tu corazón tiene nombre desde hace mucho,
y ahora que puedo decifrar tu actuar, te suelto en silencio, sin remordimientos, deseando que puedan toparse mutuamente y coincidir con el amor que cada uno quiere dar.