Manuel Calderon Alvarez

Cómo duele

Cómo duele.

¿Y cómo decírtelo si no?

Desde que partiste, los amaneceres parecen más plenos,

los pájaros se posan en mi ventana

y con su melodía me recuerdan

que, a pesar de todo, me amo.

 

Pero cómo duele,

¿Cómo puedo decírtelo?

Las hojas del árbol caen,

y en la brisa se deslizan al ocaso;

te llevaste lo que, por derecho, era mío,

tu corazón, que ahora pertenece a alguien más.

 

Pero cómo duele,

cómo duele decírtelo.

Las hojas del árbol caen,

y en la brisa se deslizan al ocaso;

te llevaste lo que, por derecho, era mío,

tu corazón, que ahora vive en alguien más.

 

Y sí, cómo duele.

Los días se volvieron hermosos sin ti,

pero en su belleza guardan envidia,

porque saben que nunca podrán alcanzarte,

mi amor;

y que yo, aún te amo,

cómo me dueles.