Seis cuarenta y cinco:
Me levanté pensándote,
Se me salió una sonrisa
Y fue fácil saber por qué...
Ocho veinticuatro:
¡Buen día, bonita! ¿Qué tal?
Y otra vez la sonrisa,
Que se me hizo notar.
Cuatro treinta y siete:
Después de mil días, te vi llegar.
Y te sonrieron mis ojos, mis labios, mis brazos, mi cuerpo,
Y tus ojos, tus labios, tus brazos y cuerpo me sonrieron igual.
Siete con treinta y ocho
De ti no he sabido más,
Y no logro poner en calma
Lo que solo tú de mí sabes calmar.