A veces recostada en la cama
Eros entra por mi; que descuidada.
Él balbucea peticiones alocadas:
\"Saca las cortinas; abre la ventana.\"
El aire veraniego entra... calienta tanto;
Me toco y estoy ardiendo por dentro,
Las paredes gritan, se están quemando;
Y no lo puedo parar, está adentro.
Y que bien se siente ser querida,
Pero la veneracion del cuerpo
Hecha sin contexto y sin medida
También, tiene poder y efecto.
Con los halagos mal vestidos
Y deseos viniendo en harapos,
A veces, cometo descuidos,
Y sin querer mojo mis zapatos.
Ese fuego que siempre arde,
Me enloquece con su calor,
Me persigue a todas partes;
Esa gran llama, irradia pasión.