EDGARDO

Esperanza de amor

En un jardín de rosas, nació mi amor,

una flor tan hermosa, cual estrella del confín.

Pero las espinas, herían mi corazón,

y el dolor se hacía, una pesada razón.

 

Tus ojos, dos luceros, que me cegaban,

pero tus besos, mi alma la laceraban.

Como la flor que muere, así mi amor se marchitó,

y en la soledad, mi alma se perdió.

 

En cada amanecer, buscaba tu calor,

pero solo hallaba, un profundo dolor.

Tus promesas, como el viento, se desvanecieron,

y mis sueños rotos, en pedazos se hicieron.

 

Aunque el tiempo pase, y las heridas cicatricen,

el recuerdo de tu amor, siempre perdurará.

En cada lágrima que cae, una parte de mí se va,

y en cada suspiro, tu nombre lo invoca.

 

En este mundo cruel, donde el amor se marchita,

solo queda la esperanza, de encontrar otra vida.

Y aunque el destino, me haya jugado una mala pasada,

seguiré amando, hasta mi última morada.