Así eres tú, con tu cuento que no puedes
venir a casa a cenar conmigo pero, la
gente comenta que te ven en compañía
de bueno amigos, según ellos en sitio
de bebida.
Que gritas porque no tienes
control.
Te pasas de bebida, eso
sí lo creo; conmigo hacías la
misma escena pero, ya me casé de ser
el tonto que aguante tus tonterías.
Por eso ni quiero que vengas porque,
odio la falsedad el engaño y, tus mentiras,
me vas hacer padecer de amor.
Quédate con quién trasnochas.
Y cuando estés jodida, no quiero que vengas
a pedirme ayuda porque no estaré para ti, no quiero sufrir de menlacolia.