no sé cuántas veces me ha arrastrado,
a veces parece que el equilibrio se mantiene,
pero es en esos breves momentos en los que todo pierde el control.
El faro, apagado por tanto tiempo, parpadea de repente,
como si intentara hablarme…
Miro a la luna,
y siento que me grita desesperadamente
ella aún no lo comprende.