ábre los ojos

La marea

no sé cuántas veces me ha arrastrado,

a veces parece que el equilibrio se mantiene,

pero es en esos breves momentos en los que todo pierde el control.

El faro, apagado por tanto tiempo, parpadea de repente,

como si intentara hablarme… 

Miro a la luna,

y siento que me grita desesperadamente

ella aún no lo comprende.