La luz del día lentamente fue desapareciendo,
El horizonte al sol se fue comiendo,
Las nubes en lo alto parecían arder,
De tus labios el néctar me puse a beber.
Quise hacer perpetuo ese instante,
Cuando con tu mirada me conquistaste,
Con tus brazos mi cuerpo atrapaste,
Con tu voz mis oídos acariciaste.
Como no recordar esa noche bajo la luna,
En tan solo un segundo aumento mi fortuna,
Ese primer beso que si bien no fue eterno,
A mi cuerpo llego el verano y se fue el invierno.
Si por la noche sin motivo te despiertas,
Las puertas de mi corazón para ti están abiertas,
Soy el faro que en las tormentas te guía,
Juntos habremos de recorrer lo que resta de travesía.
Si un delito habré de cometer,
Que sea nunca dejarte de querer,
Cuando el ultimo árbol deje de existir,
Yo muchos plantare para que puedas vivir.