Carlos Eduardo

D I S C U T I B L E

Hablan mal de otros sin confrotarlos; pero, los perspicaces los descubren e ignoran, los que les hacen caso, se convierten en sus iguales por intención o estupidez

Quiénes no dejan que les comenten, sería necesario que ellos mismos no lo hiciesen

Quién puede confiar en un plagiador. No faltan los aturdidos, los tergiversadores, los dueños de la verdad, los desviados, los acosadores, en fin, diversas calañas. Son minoría

Los aduladores sobran, pues dañan

 

(Ella me dijo que ella no era ella, le pregunté entonces, ¿quién eres?, una penumbra me contestó y ¿tú? el que cree amarte, pero si sólo eres una silueta ¿dónde está tu yo verdadero? no muy lejos en una ciudadela detrás del bosque)

 

Por qué hablamos

de desconocidos,

cuando todos somos los mismos;

 

van a la guerra

como rebaños al matadero,

¿les importa?

sí, sin duda,

entonces ¿qué?

es que somos indistintos;

 

cuando lleguen los alienígenas

comprenderemos

que no son diferentes a nosotros;

 

lo serían si viniesen de universos

inperceptibles

- inexistentes-