D. Méndez

El amor es como el canibalismo

Quiero devorarte en cada suspiro,
hacerme de tu esencia en cada abrazo.
Ser más que un reflejo, ser tu latido,
perderme en el fuego de nuestro lazo.

Ser piel y ser alma, hambre y deseo,
consumirnos despacio, sin tregua ni calma.
Como llamas que arden y nunca se apagan,
ser tú y ser yo, en una sola llama.

Absorber cada sombra que en ti se esconda,
conocer cada arista de tu secreto,
y en cada beso, cada caricia profunda,
llevarme de ti lo que soy en completo.

Es amor voraz que consume y completa,
como un hambre que no busca un final;
un amor que en cada instante se alimenta,
y en cada encuentro, se vuelve inmortal.