Quiero devorarte en cada suspiro,
hacerme de tu esencia en cada abrazo.
Ser más que un reflejo, ser tu latido,
perderme en el fuego de nuestro lazo.
Ser piel y ser alma, hambre y deseo,
consumirnos despacio, sin tregua ni calma.
Como llamas que arden y nunca se apagan,
ser tú y ser yo, en una sola llama.
Absorber cada sombra que en ti se esconda,
conocer cada arista de tu secreto,
y en cada beso, cada caricia profunda,
llevarme de ti lo que soy en completo.
Es amor voraz que consume y completa,
como un hambre que no busca un final;
un amor que en cada instante se alimenta,
y en cada encuentro, se vuelve inmortal.