Jaime Alberto Garzón

Velos y espejos

 

En la hondura de la noche, busco tu luz,
aunque siento que estás cerca, me rodea el silencio.
Mi corazón clama, anhela tu guía,
y en la lucha interna, me siento pequeño.

La religión me enseña a señalar,
a buscar en otros la sombra y el fallo;
mas, ante tu presencia, descubro mi verdad:
mis propias flaquezas, mis propios engaños.

La religión, a veces, se vuelve un velo
que oculta de mí lo que debo mirar;
pero al caminar contigo, Señor,
mi alma desnuda se encuentra en paz.

Aun así, no ceso de buscar tu presencia,
aunque el peso del mundo me invite a caer;
pues sé que en ti hallo paz y descanso,
y en tu amor, la libertad de ser.