Llevas la fuerza de un río en tus manos, la energía te impulsa a mirar más allá; con cada paso, en silencio, el perdón es el faro que ilumina el rol que en la vida tendrás.
Si la senda es oscura y el camino duro e incierto, recuerda el valor que en tu pecho se oculta, pues eres quien traza su propio sendero y forja un futuro que nunca se turba.
Entre piedras y espinas, mantén tu mirada altiva, pues el rol que elegiste es digno y sincero, y el perdón, compañero de alma pausada, que será quien te guíe al fin verdadero.
Así, con fuerza, ganas y un paso seguro, construyes el hoy e inspiras un mejor mañana; y en el abrazo de un nuevo futuro, se entrelazara tu esencia con la calma que te llevará a volver a ser lo que eras.
G3