QUIÉN PUDIERA
Quién pudiera
ver la pena
que en tu mente
duele,
como un eco
que en el alma
siempre devuelve.
Quién supiera
aliviar la espera
de esta sombra
que desespera,
y en la noche
ser la luz
que te libera.
Si supiera,
daría la vida
para sanar
la herida que te apena,
ser el refugio
en la tormenta
que te llena.
Quién pudiera
ser la brisa
que te acaricia
con ternura,
como el viento
que susurra
con calma segura.
Quién supiera
ser la calma
que en tu alma
deja dulzura,
y en tus sueños
ser la paz
que siempre dura.
Si me dejas,
con amor sería
tu paz
tu melodía,
la guía
que ilumina
tu senda serena.
En cada paso,
en cada mirada,
ser el abrazo
que nunca se apaga,
ser los labios
que alivien tu alma.
Si me dejas,
con amor sería
tu paz
tu melodía,
la guía
que ilumina
tu senda serena.