No he hallado en dónde saberme libre
amarrados mis pies siempre tras esos amores
extrañísimos vestidos que usa el cautiverio
Ilusión y engaño trabajaban juntos
cuando en la garganta se anudaban preguntas
¿será que puedo quedarme en silencio?
para observar la basura verterse en el suelo
para callar la voz que se apega al lamento
para desimaginar el recuerdo
desdibujar mis pasos
y volver al comienzo.