\"Porque tú eres la mujer que bota fuego\"
Por siempre, sus besos sabor a fucsia, que hacían palpitar de más mi corazón, que me besaba mucho más que la piel, si no tatuandome el alma con ellos, besos tan sutiles como ver volar una mariquita, algo más que solo la exterioridad, algo puro, transparente, fácilmente podría decir que eran la muestra más sincera de amor que me habían dando jamás, tal vez no duraron años o muchos meses, pero el tiempo que perduró, me hizo ver que no iba a ser fácil olvidarme de ellos, y que aún están tatuados en mí, en mi alma, no sé si por dicha o desgracia...