¿En qué mundo estamos todos prometidos?
Y ¿dónde está el miedo que hemos heredado?
¿A qué edad sentimos paz a nuestro lado?
Y ¿dónde escondemos los sueños perdidos?
.
Las doliente huellas de nuestros heridos
quedan en algún rincón olvidado,
soltamos los egos sin tener cuidado
y luego alabamos a ídolos caídos.
.
Fingimos hallar agua en el desierto
y un sinfín de opciones con frases divinas;
las negras campanas dicen que no es cierto.
.
A veces topamos con nuevas doctrinas
y con los recuerdos de un ayer despierto
en medio de rosas y también de espinas..
Fotografía y poema: Ramón Bonachí.