Tengo en el alma una hería
y desconsuelo en mi pecho,
¿por qué me quitas la vía
con el puñal de los celos
tanto como me querías?
He perdío la esperanza
y de mis labios la risa,
eres monedita falsa,
no me cuentes más pamplinas
que no creo en tu palabra.
No aceches por las esquinas
déjame ya respirar,
me has quitao la alegría
y no quiero verte más,
¡vete de la vera mía!