La lluvia de un fortísimo invierno de noviembre, cae formando barro en los campos, los caminos y los alrededores.
El frío cala los huesos, la humedad helada del ambiente llena los pulmones y la tristeza embarga a los agricultores.
El lodo y el barro todo lo han cubierto, se escuchan nombres como Dibulla, Remedios, Cajica todo cubierto por las crecientes
Sin embargo del lodo de noviembre brota una flor que da esperanzas de un mundo mejor, aprendiendo a ser mejores.