Soponcio

Quien fuera

Quién fuera la boca que bese sus labios,
en cada roce un universo,
y en cada beso, un lamento.
Quién fuera los ojos que admiren
en calma, buscando el calor de su cuerpo,
quién fuera las manos que acaricien 
despacio su piel.
Quién fuera el corazón que rompa el suyo
en latidos de vida, dulces y amorosos,
quién fuera la risa que provoque su risa
como música que baila en el aire.
Quién fuera la sombra que siga sus pasos,
silenciosa, eterna y de amor la envuelva.
El aliento que caliente sus manos
como un fuego en los días de gran frialdad,
quién fuera sus lágrimas de felicidad
brotando como rayos brillantes.
Quién fuera el mar de sus anhelos
donde navegan navíos de luz y paz,
quién fuera su sueño cumplido
como se escribe una historia de amor.
Quién fuera el rocío de su voz
que acaricia en las noches de hondo querer,
y así, amor, entre versos y cantos,
quién fuera el amor de tu vida,
mi eterna canción.