Bajo el manto estrellado, espero, buscando una estrella fugaz que escuche,
que cumpla mi deseo profundo: que me notes, que me veas.
Cada estrella lleva mis sentimientos, las palabras que no pronuncio,
como secretos susurrados al viento, guardado en el lienzo del cielo.
Soy cobarde, lo sé, huyendo cuando nos cruzamos;
cargado un sentimiento oculto, como un tesoro en el cofre del alma.
Cada día, anhelo verte radiante, tu sonrisa como un sol en ascenso,
haciendo que mi corazón estalle, como fuegos artificiales en la noche.
Pero la realidad es implacable, esa sonrisa no será para mí,
y, sin embargo, hoy decido lo mejor: mirarte a los ojos, confesarte.
Enseñarte que la vida es un lienzo, donde puedo pintar mis sientimientos,
con cariño que guardo celosamente, un lado romántico y coqueto,
que solo tú conocerás, estrella mía.