Después de tantos años,
un sueño me visita,
un anhelo profundo,
una nostalgia infinita.
Querer saber y poder,
ese calor maternal,
ese abrazo que nunca
pude sentir en mi piel.
Me dejaste sin conocerte,
crecí en la ausencia,
sin el fragor de un padre,
sin su amor, su presencia.
Maltratos me supo dar,
con un corazón de hielo,
y en el sueño, no fue un error,
fue la verdad que reveló.
La imaginación despertó,
un anhelo sin igual,
la memoria me mostró,
la madre que jamás tuve.
Hoy sigo con esa carencia,
con la ausencia que me invade,
los años no la disipan,
el dolor se perpetua, se clava.
¿Qué sería ser arrullado
entre unos brazos de amor?
Un sueño que me atormenta,
una herida que no cicatriza, no se atormenta.
Anhelo la familia completa,
un hogar sin sombras ni miedos,
un lugar donde el amor fluya,
sin la crueldad que he conocido.
Autor: Eduardo Rolón