lorenzo salamanca garcia

LA CIUDAD DEL DESENCUENTRO:

Los amantes   
parecían ladrones
dispuestos 
para la huida.
Uno, tan ocupado con los suyos.

El otro, circulando por direcciones prohibidas.

Hojas arrugadas. 
Las calles   
llenas
de coches. 
Mucho ruido.
Su existencia
se ahogaba 
en silencios frios.
Las casas en ruinas 
eran como arrugas 
en piel descuidada 
y envejecida. 

Los pocos arboles 
habian sido trasplantados 
a las aceras.
Caminaban mudos 
y distantes, 
entrelazando sombras.
La soledad paseaba 
con un perro, 
sin correa.
Los escaparates 
de las tiendas 
eran como acuarios  
repletos de peces

muy raros.
Hay camaras por todas partes.
Lo que otrora 
fuera privado, 
hoy todo el mundo lo sabe.
El miedo 
ya no se esconde.
Anhelado espejo: 
En un café 
dos amantes 
se miran, entre risas.
Dejamos 
de esperarnos, 
porque se hacia tarde. 
Mañana ya era hoy.
En un muro 
de la ciudad han escrito, 
como si fuera un grito:
\"No hay muerte.
Se resucita\".

Paradoja:

Z es su primera letra.